A veces estamos solos, sin sentirnos solos; y es que llevamos a nuestros seres queridos siempre con nosotros…
A veces estamos rodeados de gente, y nos sentimos solos; y es que hemos olvidado a mostrarnos
como realmente somos.
A veces la soledad se hace necesaria. A veces la buscamos para escuchar nuestros propios pensamientos y encontrar nuestras propias respuestas.
A veces la soledad nos la impone el destino; para enseñarnos lo fuertes que podemos ser, o para que aprendamos a no depender tanto de otros.
La soledad no es algo negativa, el sentirse solo sí lo es…
La soledad a veces nos aísla, pero nos reencuentra con una parte de nosotros mismos…
Si sabemos comprender la soledad y comenzamos a verla como una forma de aprendizaje, nos daremos cuenta de que lo que debemos evitar no es la soledad física, sino la soledad del alma: el sentirse solos…
Por Autor Desconocido
A veces estamos rodeados de gente, y nos sentimos solos; y es que hemos olvidado a mostrarnos
como realmente somos.
A veces la soledad se hace necesaria. A veces la buscamos para escuchar nuestros propios pensamientos y encontrar nuestras propias respuestas.
A veces la soledad nos la impone el destino; para enseñarnos lo fuertes que podemos ser, o para que aprendamos a no depender tanto de otros.
La soledad no es algo negativa, el sentirse solo sí lo es…
La soledad a veces nos aísla, pero nos reencuentra con una parte de nosotros mismos…
Si sabemos comprender la soledad y comenzamos a verla como una forma de aprendizaje, nos daremos cuenta de que lo que debemos evitar no es la soledad física, sino la soledad del alma: el sentirse solos…
Por Autor Desconocido
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